Nicolás Lúcar, quien se consideraba “una vergüenza para el periodismo”, conducirá un magacín periodístico dominical en ATV, y en horario estelar, después de la culminación del mundial Sub 17, según El Comercio.
La contratación de Lúcar se da bajo la administración de Marcelo Cúneo, quien ocupó un cargo de confianza cuando la televisora era conducida por el prófugo Julio Vera Abad, quien vendió la línea de su canal a Montesinos.
Para algunos, ésta flamante adquisición es una demostración de que Vera Abad siga manejando los hilos de la referida estación. En su edición de hoy, el diario Trome desliza la posibilidad de que el prófugo busca congraciarse con los políticos para asegurar su retorno.
En el 2003, la revista Caretas reseñó que el canal 9 estaba acogido en el INDECOPI por insolvencia, con una deuda a los acreedores ascendente a más de 24 millones de dólares. Sin embargo, su plan de reestructuración fue 7 veces prorrogado, por lo que no tenía que pagar suma alguna.
Ante ello, el semanario desliza la posibilidad de que al actual gobierno le convenía “hacerse el ciego” con ATV para así tener un canal dispuesto a “medir sus pasos periodísticos”.
“El 9, en cambio, tiene un noticiero inocuo, Magaly está prohibida de meterse con el poder y no hay proyecto de programa político”, se señaló en aquella oportunidad.
Más aún, la publicación no se olvida que el dueño en la sombra es el cuestionado empresario mexicano Ángel González, conocido como ‘el Fantasma’, impedido de asumir formalmente por la ley de medios al ser extranjero.
Sobre el ex conductor de La Revista Dominical casi todo está escrito. Hace poco tuvo un espacio en Radio Miraflores auspiciado por la Universidad San Martín.
Su última experiencia en televisión fue accidentada, por no decir traumática. Fue en el 2001 cuando conducía Tiempo Nuevo por América Televisión. Su 'pecado': haber entrevistado a un supuesto agente de Montesinos que acusaba al entonces presidente Valentín Paniagua de haber recibido dinero del ex asesor.
En fin, veremos si las organizaciones de la sociedad civil hacen causa común esta vez para rechazar al personaje, igual que lo hicieron hace cuatro años con éxito.
Fuentes: El Comercio, Caretas, Trome y La República
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